Te has preguntado alguna vez cuántos productos cosméticos utilizas diariamente y cuantos ingredientes "cuidan" tu piel?
Yo sí y he hecho los cálculos.
No distinguiré entre hombres y mujeres, caminaremos para cambiar este mensaje, así que suponemos una persona con rutina de pack completo:
- por la mañana, higiene y maquillaje.
- la noche desmaquillarse y preparar piel para la noche.
Con estas rutinas son unos 30 productos al día y en un promedio de 15 ingredientes por producto (siendo poco generosa, que hay cosméticos con más de 30 componentes), ya que nos sale la nada despreciable cifra de 450 ingredientes, OMG !!
Como lo ves? A mí me da un poco de vértigo.
Quizás piensas, ya, pero yo no me maquillo, bien, entonces sólo estarás interactuando con 300 ingredientes, un poco menos de vértigo pero sólo un poquito ....
Pero aún podemos subir de nivel:
- he dicho que he sido poco generosa, ahora seré más generosa, si contamos un promedio de 25 materias primas para cosmético entonces obtenemos 750 ingredientes en todo nuestro cuerpo repartidos por zonas y en franjas horarias.
- más tensión, la palabra Aroma o Perfume puede englobar una composición de diferentes sustancias aromatizantes o perfumantes y no podemos saber ni el número de componentes ni que molécula se trata, este ingrediente lo he contado como un pero, ahora sabemos, en realidad puede esconder muchos más.
-y, además, no he explicado tintes de cabello ni que ese día tocaba depilación.
Tanto la industria cosmética como los fabricantes de materias primas cosméticas te dirán que sus productos son seguros.
Además tenemos el Reglamento Europeo sobre productos Cosmético 1223/2009 que regula su producción y comercialización para garantizar la seguridad de consumidor.
Pero lo que es imposible de asegurar y predecir son las interacciones y / o acumulaciones a medio y largo plazo de los 500 ingredientes de media que nos podemos aplicar diariamente en nuestro cuerpo. Esto es lo que se conoce como el "efecto cóctel". Los expertos en la materia alertan de su peligro e instan a los organismos reguladores que incluyan este factor en el estudio de toxicidad de las materias primas cosméticas.
Ante esta situación que podemos hacer?
Pues tenemos:
Plan A, te vuelves un radical y sólo agua y jabón.
Plan B, iniciar un viaje hacia la reducción, la información y la apuesta por una cosmética más respetuosa, formulada con los ingredientes justos y necesarios, desde la calidad y la eficacia y no con el marketing, con las modas del momento o el rendimiento económico.
Para, no sólo no dañar más tu piel sino recuperar el bienestar perdido de todo tu ser.
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